Niños y adolescentes

Los niños y adolescentes que sufren violencia a manos de sus tutores o de sus hermanos necesitan ayuda. También necesitan ayuda si son testigos de violencia en la relación parental.

La violencia doméstica tiene consecuencias para los niños y adolescentes

Si los niños y adolescentes se ven afectados porque se perpetra violencia en la relación parental, esto tiene un impacto negativo en su desarrollo. Este también es el caso si la violencia no se dirige directamente contra los niños. Está prohibido el uso directo de la violencia contra niños y adolescentes.

Algunos niños sufren en silencio, otros muestran diferentes consecuencias.

Por ejemplo: dificultades en la escuela, enuresis, dolores de cabeza, trastornos de la alimentación o del sueño, problemas para tratar con otros niños o agresividad. Es importante obtener ayuda

Estas autoridades apoyan a niños y adolescentes

Varios centros de asesoramiento asesoran a los niños y adolescentes cuando son víctimas de violencia en el hogar.

El centro de asesoramiento a las víctimas también está disponible para niños y adolescentes afectados por la violencia. Confidencial, gratuito y posible con traducción.

El asesoramiento juvenil y familiar del centro de asesoramiento y terapia Sonnenhügel de Glarus apoya a los niños en su desarrollo saludable. Los niños y adolescentes pueden encontrar ayuda allí, por ejemplo, en caso de conflictos familiares.

Asesoramiento y terapias ambulatorias en Kinder- und Jugendpsychiatrischen Dienst (KJPD) (Servicio de Psiquiatría del Niño y del Adolescente (KJPD): En situaciones estresantes en la familia. Los jóvenes pueden inscribirse de forma independiente en el KJPD.

Pro Juventute está disponible día y noche. No hace falta mencionar ningún nombre. El especialista no le cuenta a nadie sobre la conversación. Escucha y apoya la búsqueda de soluciones. La llamada a Pro Juventute es gratuita. También se puede contactar con Pro Juventute por SMS, chat o correo electrónico.

¿Qué pueden hacer los niños y adolescentes?

Los niños y adolescentes que sufren violencia en el hogar deben hablar con una persona fuera de la familia. Por ejemplo: maestros, trabajo social escolar, padres de amigos o vecinos. Los niños y adolescentes también pueden contactar directamente las autoridades antes mencionadas.